Rafael Valdés Pérez. Combatiente revolucionario cubano. Se opuso a la dictadura de Gerardo Machado y conspiró contra éste. Fue asesinado en un emboscada tendida por asesinos al servicio de las fuerzas represivas.
Nació en San Antonio de los Baños el 25 de septiembre de 1915. A pesar de su corta vida fue un activo luchador contra el gobierno de Gerardo Machado, tanto en el campo estudiantil como en el obrero, sin dejar de practicar deportes, entretenimiento que aprovechaba para sumar adeptos y simpatizantes con la causa revolucionaria.
Se reunían él y sus compañeros en el antiguo Círculo de Trabajadores (Hoy sede de la CTC municipal de San Antonio de los Baños) para realizar actividades y agitación revolucionarias, que en aquella época se proyectaba en manifestaciones.
Tuvo una actuación destacada en la huelga de los tabaqueros del Trust; también en la lucha sindical de ayuda a las compañeras despalilladoras en la protesta de la Plaza de la Iglesia.
En su época de estudiante de bachillerato, en unión de sus compañeros del Instituto, saboteaban funciones de cines, repartían proclamas, además de recolectar armas y explosivos. En la protesta contra las fuerzas represivas en el Parque de Diversiones de la Plaza de la Iglesia, resultó herido un policía, siendo acusado Rafael y otros compañeros. Cuando el levantamiento de agosto fue arrestado; lo dejaron libre como alzado presentado.
Rafael Valdés fue uno de los primeros jóvenes que creó en las márgenes del Río Ariguanabo, en una de sus partes boscosas, un centro deportivo. Sin otros medios que su propio esfuerzo llegaron a formar un centro de entretenimiento al aire libre donde se practicaba la Cultura Física, la Natación y el Remo.
Hacia finales de agosto de 1932, Rafael recibió un aviso de un simpatizante dentro de la policía, que le informaba que intentaban asesinarlo a él,a Antonio González Ordaz y a otros revolucionarios. No quiso salir del pueblo, pero se encontraba en ánimo de defenderse.
El 9 de septiembre de 1932, los asesinos tomaron posiciones en distintos lugares del pueblo, colocando emboscadas. Cuando trataba de huir del pueblo acompañado del padre de Rafael, quien no portaba armas, al pasar la Plaza de la Iglesia, fueron atacados a tiros por los asesinos Sánchez Piedra y Camejo.
Rafelito se defendió, pero su revólver sólo disparó tres proyectiles; las otras balas se encasquillaron. Los asesinos dispararon parapetados y ocultos por la oscuridad. Fue rematado con dos tiros en el pecho. El padre quedó arrestado en la Estación de Policía. La madre de Rafelito salió a auxiliarlo con otros familiares y fue tiroteada por los soldados y la policía.
Conocido el crimen el pueblo se lanzó a las calles a protestar, siendo fuertemente reprimido por las fuerzas públicas.