Las tradiciones confirman la identidad, teniendo como base las costumbres y modos de vida de la comunidad, constituyen el elemento fundamental en la formación de todo un pueblo, región o nación; con sus manifestaciones artísticas y espirituales, expresan tanto el pasado como el presente, modos de vida, creencias, supersticiones, valores, costumbres y nos identifican como pueblo. La identidad nos permite expresar con fidelidad y desarrollar la cultura progresivamente, así como de la sociedad.
San Antonio de los Baños se ha caracterizado por un importante cúmulo de tradiciones culturales, primero aquellas heredadas de los propios peninsulares y sobre todo de los canarios ( los isleños ), las que se fueron fusionando y criollizando con el devenir histórico e incorporando a nuestro "ajiaco cultural" (término utilizado por el eminente historiador y etnólogo cubano Fernando Ortiz) estas tradiciones de origen hispano se priorizan porque realmente las tradiciones de origen africano no fueron rectoras ni cardinales a partir de la no inserción del territorio dentro de la estructura plantacionista azucarera occidental y donde la actividad económica fundamental (el cultivo y la manufactura del tabaco en sus dos fases, la agrícola y la manufacturera) la mano de obra libre lo tipifica, aunque la mano de obra esclava africana sí estuvo presente en el territorio, su presencia y manifestaciones no pueden ser desconocidas.
Posteriormente con el devenir histórico /social en ese proceso de sedimentación, de asentamiento espiritual y material, así como el deslinde de las identidades y tradiciones, aparecen nuestras tradiciones identitarias propiciando un proceso histórico/cultural cualitativo y cuantitativamente superior: la identidad Ariguanabense con sus tradiciones, las que se trasmitieron de generación en generación, hasta llegar a nuestros días.